Casa hogar para niñas St. George: una promesa cumplida

Los mejores regalos rara vez son los más grandes o los más caros. A menudo, lo que puede parecer un pequeño gesto puede tener un efecto profundo. Incluso puede ser tan simple como cumplir una promesa.

Michaela se unió al equipo sudafricano de Alliance Abroad Group en enero de 2019. Fue una oportunidad emocionante para alguien a quien le gusta ayudar a las personas, y trabajar con una organización de intercambio cultural se sintió como una buena opción profesional. Al principio el trabajo era desalentador. Tuvo que aprender muchas jergas técnicas nuevas, pero disfrutó el desafío y rápidamente se sintió como en casa con el personal y su nuevo jefe.

Últimamente habían pasado unos años frenéticos. Había completado la universidad y su mente estaba preocupada con las decisiones normales después de la escuela, como qué carrera profesional considerar, encontrar un trabajo y dónde vivir.

Con eso detrás de ella, su voz interior le recordó una promesa que se hizo años atrás a sí misma y a una organización que nunca había abandonado su corazón: Casa hogar para niñas St. George.

Mientras asistía a la Universidad, la iglesia de Michaela había creado un fin de semana de “Retribución” para ayudar a las organizaciones que estaban haciendo buenas obras. El equipo de Michaela descubrió “Casa hogar para niñas St George” y su misión de proporcionar a las niñas de tres a 20 años un lugar seguro para vivir. El equipo de Michaela trajo esmaltes de uñas y máscaras faciales, cintas para el cabello y maquillaje, dándoles a las chicas un día de lujo tipo spa. La alegría que Michaela vio en los ojos de esas chicas era algo que sabía que nunca olvidaría. En ese momento tenía poco dinero y tiempo, pero se prometió a sí misma que si alguna vez estaba en condiciones de ayudar a St. George, lo haría.

Ahora, con un trabajo sólido y compañeros de trabajo que se unirían a ella para cumplir esa promesa, Michaela inicialmente consideró crear otro sábado de spa para las chicas y compartió su idea con el equipo, pero la programación resultó difícil. Michaela se acercó a Jennifer, su Directora General, y mencionó que agosto fue el Mes de la Mujer en Sudáfrica. Una actividad para apoyar a St. George sería una excelente manera de celebrar el mes y ayudar al hogar de las niñas al mismo tiempo. Jennifer sugirió organizar una campaña de ropa para las chicas.

“Ni siquiera hubo un momento de pausa”, dice Michaela, “Todos nos comprometimos de inmediato”. El equipo publicó volantes en todo el edificio de la oficina. Pronto, otras compañías y sus empleados también se dieron cuenta y se unieron a la causa. Michaela y su equipo de AAG estaban abrumados y profundamente conmovidos por la generosidad. “La gente traía ropa y mucho más”, dijo. “Trajeron libros, juguetes, joyas y colocaron sus donaciones en una caja grande”.

Todos los martes de ese agosto, Michaela llevó las donaciones a St. George. “Todas las niñas corrían hacia el auto y me ayudaban a desempacar, sacando bolsas y bolsas de zapatos, maquillaje y ropa, todo lo esencial para una niña”. Pero lo que más sorprendió a Michaela fue la reacción a los juguetes “Estaban muy agradecidas por todo lo que entregamos, pero ver el deleite de las niñas mientras jugaban con los juguetes me recordó que nunca se sabe cuánto bien pueden hacer incluso las cosas más pequeñas”.

Hay un viejo dicho: “Es en el momento más pequeño en el que se revelan las cosas más importantes”. A veces, todo lo que se necesita es mantener una pequeña promesa que, al final, no fue pequeña en absoluto.

Para obtener más información sobre Casa hogar para niñas St. George, visite http://st-georges.org.za

Autor: Theo Kitchen

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