¡Un día de campo para el J-Day!

Nos reunimos para comer, jugar y dar. Ellos se reunieron para comer, jugar y dar. Vinieron de todas partes del mundo y se reunieron en todo el país. Miles de estudiantes extranjeros que trabajan en los EE. UU. durante sus vacaciones de verano, celebraron el “J-Day” en sus comunidades alrededor del país. A pesar de que los eventos y actividades anuales fueron tan variados como los lugares donde se celebraron y las personas que participaron, desde todo punto de vista, los eventos, las actividades y los aportes cívicos y a la caridad generaron un gran impacto.

En Galveston, Texas, un carro gratuito transportó a más de 200 participantes al Parque Acuático Schlitterbahn, donde el precio de admisión era la donación de alimentos enlatados para apoyar al banco de alimentos de la comunidad. Los participantes del J-1 disfrutaron de una tarde de diversión con juegos de agua, gracias a uno de los muchos negocios en Galveston que contrata y recibe a estudiantes extranjeros durante el verano.

En Sandusky, Ohio, 50 personas se reunieron para ayudar a la Autoridad de Conservación de Suelos y Agua del Condado de Erie con la limpieza de un parque público y luego pasaron la tarde comiendo pizza y jugando carreras de relevo al estilo estadounidense. Participantes provenientes de Moldavia, Turquía, Jamaica, Granada, Colombia, Taiwán, Ucrania, India, Rusia, Rumania, Polonia, Filipinas, Serbia, República Dominicana y China formaron un equipo para competir por los premios en rojo, blanco y azul inspirados en el tema de los EE. UU.

Los empleadores anfitriones se turnaron para mostrar su gratitud a los estudiantes que mantienen sus restaurantes, parques acuáticos, hoteles, piscinas y tiendas con personal y operando a capacidad completa durante los meses más atareados del verano. Muchos llevaron comida, diversión o entretenimiento, pero todos demostraron su apoyo a los estudiantes que participan en el programa de intercambio cultural.

Los patrocinadores de la visa J-1 trabajaron juntos para organizar, coordinar y promover el evento anual, incluso haciendo las compras juntos para adquirir cientos de productos estadounidenses indispensables para un día de campo: hamburguesas, salchichas y tartas de nueces pecanas al estilo antiguo.

En más de 49 lugares, los oficiales locales, los representantes de la comunidad y los ciudadanos se unieron a los estudiantes en la diversión, para demostrar su apoyo y ofrecerles su cálida y afectuosa hospitalidad.

Para muchos de estos estudiantes, fue un día para probar por primera vez muchas cosas. Algunos de los estudiantes preguntaron sobre el significado de las causas cívicas y de caridad, como los aportes al Banco de Alimentos y otros proyectos de la comunidad. Aprendieron que el voluntariado es un elemento importante de la cultura estadounidense. Otros provienen de países donde cosas como parques de diversión y acuáticos simplemente no existen. Un día de libre diversión después de un largo verano de trabajo es algo que ellos no olvidarán con facilidad. Para muchos de estos jóvenes trabajadores fue la primera vez en todo el verano que tuvieron una oportunidad para relajarse lejos de sus trabajos; y aunque otros nunca habían tenido contacto con tantas personas de diferentes partes del mundo, se divirtieron mucho, participando juntos en juegos que no habían jugado antes.

Pero todos los cientos, quizás miles, de estudiantes que se reunieron en el J-Day para comer, jugar y dar, compartieron por lo menos una experiencia en común. Ellos aprendieron, crecieron, rieron, conocieron nuevos amigos y aportaron. Tuvieron la oportunidad para conocer de primera mano la verdadera hospitalidad estadounidense y retribuir a las comunidades que les abrieron sus puertas, sus corazones y sus hogares.

Cantaron sus himnos nacionales, hondearon sus banderas, las lecciones culturales fueron aprendidas y las risas compartidas; se divirtieron, disfrutaron ricos alimentos y todos agradecieron.

Pero una de las cosas más significativas sobre el J-Day que sobrevivirá por mucho tiempo después de que los estudiantes regresen a casa, son las gratas memorias de muchos ciudadanos globales reunidos para descubrir más sobre los demás y quizás un poco más sobre ellos mismos.

Damos las gracias a todos los que contribuyeron con su tiempo, esfuerzo y pasión para hacer que este J-Day anual fuera un éxito monumental.

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